Los síntomas respiratorios y no respiratorios antes del año de edad predicen el asma en edad escolar

Antecedentes: Una nueva investigación rastrea los orígenes del asma hasta las exposiciones prenatales y en los primeros años de vida. Las intervenciones dirigidas requieren la identificación temprana de los bebés que tienen un mayor riesgo de asma.

Objetivo. Los autores utilizan una medida compuesta de síntomas y signos relacionados con enfermedades respiratorias y no respiratorias recopilados durante el primer año de vida para predecir el asma infantil para identificar tempranamente qué niños tienen un mayor riesgo de asma.

Métodos. El Infant Immune Study reclutó a mujeres embarazadas en su tercer trimestre. Se recopilaron datos sobre asma de los padres, datos de síntomas del bebé y asma infantil en el momento de la inscripción y en visitas repetidas. Estadística: Análisis de correspondencias múltiples para reducir la dimensionalidad de 11 síntomas respiratorios y no respiratorios a los 6 y 9 meses de edad. Se utilizaron dimensiones latentes en un modelo de regresión logística multivariable del asma infantil. Las puntuaciones Brier con corrección de sesgo, el área bajo las estadísticas de la curva característica operativa del receptor y las curvas de predictividad evaluaron la discriminación y calibración del modelo.

Resultados. De los 393 bebés inscritos con datos completos (82%), el 17% desarrolló asma. Las estimaciones del modelo predictivo mostraron que una dimensión latente asociada con el número de síntomas reportados —interpretada como la intensidad de la enfermedad— predijo asma posterior. Además, otras dos dimensiones independientes de síntomas fueron predictivas: una caracterizada por sibilancias y eccema, y ​​la otra asociada con diarrea y vómitos. La puntuación Brier con corrección de sesgo fue de 0,136, lo que indica un excelente rendimiento predictivo, y el área bajo la curva ROC fue de 0,71 (IC del 95 % = 0,64-0,78).

Conclusión.  La intensidad de los signos y síntomas respiratorios durante el primer año de vida puede ser una expresión clínica temprana del riesgo de asma. Este riesgo también podría estar asociado con mecanismos patológicos distintos de los que causan sibilancias y relacionados con disfunción gastrointestinal y de las vías respiratorias. J Allergy Clin Immunol. 2025 Feb 26:S0091-6749(25)00219-2. doi: 10.1016/j.jaci.2025.02.023.