¿La contaminación puede influir negativamente en el desarrollo cognitivo?
Respuesta. La respuesta es SÍ. Según un estudio realizado en 39 escuelas de Cataluña (Sunyer J et al.) en el que se analizó la calidad del aire en la ciudad diariamente determinando los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y del carbono elemental en filtros de partículas < 2,5 μm (PM2,5), y en dos ocasiones en las escuelas y al mismo tiempo se determinó el desarrollo cognitivo prospectivamente. Se clasificaron las escuelas según los niveles de contaminación en altos y bajos, titularidad pública-privada e índice de vulnerabilidad socioeconómica del barrio (basado en el nivel de educación, desempleo y ocupación). Asimismo, se midieron: temperatura y humedad media diarias, exposición a largo plazo a NO2 y CE en el hogar, estimados según la dirección postal geocodificada, y una medición del ruido escolar en cada clase. El desarrollo cognitivo se evaluó mediante cambios a largo plazo en la memoria de trabajo y la atención. Desde enero de 2012 hasta marzo de 2013, los niños fueron evaluados cada 3 meses en cuatro visitas repetidas, utilizando pruebas computarizadas en series de aproximadamente 40 minutos de duración. Los investigadores seleccionaron la memoria de trabajo y las funciones de atención (porque crecen de manera constante durante la preadolescencia).
Se incluyó un total de 2.715 (93,7%) niños con datos completos (es decir, resultado repetido al menos dos veces y datos individuales sobre la educación materna y la edad). Realizaron 10.112 (93,1%) pruebas. Se incluyó una interacción entre la edad en cada visita y la contaminación del aire de la escuela para capturar los cambios en la trayectoria de crecimiento asociados con la exposición a la contaminación del aire de la escuela.
Resultados: La diferencia en el cambio de 12 meses en la memoria de trabajo entre las escuelas de baja y alta exposición fue estadísticamente significativa. En la línea de base, la diferencia en la memoria de trabajo entre las escuelas de baja y alta exposición fue de 5.3 puntos, mientras que después de 1 año esta diferencia aumentó a 9.9 puntos, lo que representa un aumento del 4,1% (IC del 95%: 1,5% -6,8%, p = 0,0024) en la diferencia en la memoria de trabajo. Por lo tanto, los niños de las escuelas con alta contaminación atmosférica tuvieron una menor mejora en el desarrollo cognitivo en comparación con los niños de las escuelas emparejadas con poca contaminación (Figura 1)(p. Ej., 7,4%, IC del 95%: 5,6% -8,8%, versus 11,5%, IC del 95%: 8,9% –12,5%, aumento de 12 meses en la memoria de trabajo) (Figura 1). Se encontraron efectos similares para los otros parámetros cognitivos (Sunyer J, et al.).
Figura 1. El desarrollo de la memoria de trabajo en una escuela de alta o baja contaminación del aire. Línea discontinua = alta contaminación del aire por tráfico; línea continua = contaminación del aire de poco tráfico; el sombreado gris indica IC del 95%. Ajustado por edad, sexo, educación materna, nivel socioeconómico del vecindario residencial y exposición a la contaminación del aire en el hogar; escuela e individuo como efectos aleatorios anidados en 2.715 niños y 10.112 pruebas de 39 escuelas. (Sunyer J, et al.)
NOTA: Este trabajo ha recibido una valoración crítica publicada en Evidencias en Pediatría. Ochoa Sangrador C, Andrés de Llano JM. La contaminación urbana por tráfico podría afectar a la atención escolar infantil. Evid Pediatr. 2017;13:42.